viernes, 5 de febrero de 2016

Leyenda del Cuélebre de la Gotera

La leyenda del Cuélebre de La Gotera


Ermita de San Lorenzo de "La Vid"

      Hace muchos años en La Vid en el paraje conocido como La Gotera vivía un enorme Cuélebre.
Cuenta la leyenda que a los vecinos les reclamaba un tributo: una oveja diaria. Si no acataban sus deseos amenazaba con liberar el agua del Río Bernesga que mantenía retenida con su panza, provocando una inundación que destruiría el pueblo.

     Le llegó el turno a Marcelo, un pobre vecino que no disponía de ninguna oveja para pagar el tributo. En sustitución dió a su única hija Casilda a la béstia.
Casilda se encomendó a “San Lorenzo”, que estaba luchando en la guerra de Tánger (S XV) y llegó con sus dos hermanos pequeños, “San Vicente” y “San Pelayo”. Fabricaron un pan con tierra carbonosa de la zona, cobre procedente de Cármenes y aceite de engrasar carros, que provocó la indigestión de la bestia. En ese momento “San Lorenzo” lo lanceó dándole muerte.

    La leyenda no tuvo un final feliz ya que la bestia en su agonía se agitó tanto y gritó tan fuerte que mató del susto a los dos hermanos menores de San Lorenzo.
Antes de regresar a Tánger tras la muerte de San Pelayo y San Vicente, se topó con una mula que cargaba una gran piedra de alabastro y, subiendo ambos a la cima de la peña de La Gotera, utilizó la losa para construir un sepulcro para sus hermanos, usando también las costillas de la béstia para levantar el armazón de la ermita en la que, según la leyenda, descansan los restos de ambos santos.







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