Llegando al final de esta etapa, hacemos una parada en el camino, hasta después de Semana Santa.
Hemos utilizado este blog como herramienta para aprender el funcionamiento de las nuevas tecnologías.
Muchas gracias a todos los que habéis participado.
¡Hasta pronto!
Historias y leyendas de León cuna del parlamentarismo
viernes, 26 de febrero de 2016
Mujeres pioneras
Catalina
García González nacida en Puebla
de Lillo, quería obtener el carnet de conducir y lo
consiguió: obtuvo el primer carnet que se expedía a una mujer en
España. En 1925 Catalina entraba en la historia.
Uno
de los coches que tuvo fue un Hispano Suiza. Eligió este modelo
porque era ‘recomendable’ trabajar con un modelo nacional para
lograr otro objetivo en el que también sería pionera, la concesión
de una línea de transporte en exclusiva, entre Cofiñal y Boñar.
Catalina
García fue también la primera mujer de este país en ser la
concesionaria de una línea regular de viajeros.
La
concesión de línea era gratuita pero a cambio tenía que repartir
el correo en los 21 pueblos que recorría en su viaje a través de
cuatro ayuntamientos: Puebla de Lillo, Vegamián, Reyero y Boñar.
A
la hora de recordar la figura de esta mujer pionera habría que
pensar en los coches de aquellas épocas y en la comarca en la
que Catalina trabajó, de alta montaña, con nevadas
considerables que propiciaron todo tipo de anécdotas.
Una
de ellas con uno de sus hijos, a los que era frecuente que llevara en
el autobús. En este caso era además necesario para darle de mamar
pues era aun bebe. Llegaron a Boñar y ya estaba nevando. La mujer
fue a «hacer los recados» y dejo al niño en casa de unos parientes
que, a la hora de marchar, vieron que era un peligro llevar al niño
pues el temporal arreciaba. Decidieron dejarlo en la llamada villa
del negrillón y Catalina no pudo regresar a verlo y
amamantarlo hasta pasados 26 días pues la nevada fue de
consideración. Hasta los años 40 no llegaron a la comarca las
primeras maquinas quitanieves de Obras Publicas.
Conductora,
cartera, madre de seis hijos, recadera de todos los vecinos... ya
esta bien, ya tenía suficientes ocupaciones esta mujer que empezó a
trabajar siendo casi una niña. Pues no, aun hay más. Tenía otro y
no menor, ni mucho menos, también atendía la fonda familiar que
llevaba su nombre: “Casa Catalina”.
Cuando
los hijos se fueron incorporando al trabajo y a conducir los
autobuses pudo ella ir dejando el volante pero no el trabajo pues
paso a ser la cobradora y siguió llevando el correo, las medicinas,
atendiendo la fonda... No es extraño que un grupo de vecinos
quisieran erigir un monolito en su recuerdo en la cuesta de
Valdecastillo. No es extraño y hubiera sido muy justo pero aquella
idea, con colecta incluida, nunca llegó a ser una realidad.
Lo
que sí es una realidad es el magnifico recuerdo que esta mujer dejó
entre todos los que la conocieron en los mas de veinte pueblos que
durante tantos años atendió. Murió en 1959, año en el que el
cáncer no quiso saber nada de los méritos de esta mujer que se pasó
más de medio siglo por las carreteras, la que fue la primera mujer
conductora de España y la primera concesionaria de una línea de
transporte de viajeros.
jueves, 18 de febrero de 2016
LA PEÑIÑA: Piedad Alvarez Rubio
LA
PRIMERA MUJER TAXISTA
Piedad
Álvarez Rubio nacida en la primera década del siglo XX se
convirtió en la primera taxista de León y de España.
Fue
pionera al dedicarse a una profesión eminentemente masculina.
Con
algo más de 20 años y en 1932 sacó la licencia y tuvo que
reivindicar frente otras mujeres que ella había sido la primera,
aportando como prueba los viejos recortes de periódico de la
entrevista que le realizó Mundo gráfico en 1935.
Su
familia tenía un garaje y viendo a los chóferes y a su hermano ir y
venir con sus coches se animó. «Yo estudié para maestra, aquí en
León, pero tenía que ayudar a mi madre y empecé a trabajar»,
comentaba Piedad en aquella primera entrevista sobre sus inicios.
«La
Peñina», trabajó en el taxi 40 años, hasta 1974, y tenía su
puesto en la antigua parada de Legio VII. Su licencia fue la 49.
«El
último coche que tuvo doña Piedad fue un Seat 800.
Máximo
Cayón Waldaliso, quien fuera cronista de Léon dijo de ella que “Era
una leonesa de primera y enamorada de su profesión”.
En
España no hubo mujeres taxistas hasta pasado mucho más tarde.
Piedad
Alvarez Rubio provocó en la pequeña ciudad de León
(30.000habitantes) un gran revuelo. En una entrevista concedida a
Mundo Gráfico contestaba: «Soy muy serena. Conducir es de una gran
sencillez; sólo hace falta, en primer lugar, poseer esa serenidad,
esa visión segura de las cosas».
Entre
sus anécdotas, cuenta que una vez llevó a un grupo de carteristas.
Les dejó en el sitio indicado, pagaron y así acabó la historia.
Piedad
trabajaba 12 horas, de nueve de la mañana a nueve de la noche, con
un descanso para comer.
Casada
con un taxista, su primer coche llevó la matrícula de León 2897 y
solía sacar al día unas 50 pesetas.
Ser
mujer nunca fue un problema para ella en su profesión. «Hay que
saber hacerse respetar. Yo he llevado a un grupo de hombres solos de
juerga, por ejemplo, y en ningún momento han dejado de respetarme.
El público es conmigo de una total corrección». Para entonces ya
había visto de todo. Maridos con destinos un tanto secretos,
parejas... «Hay que ser discreta. Es como si fuera nuestro secreto
profesional», comentaba.
Además
de por el taxi, fue muy popular por ser la propietaria de una tienda
de ultramarinos en la calle La Rúa.
Vivió
en una de las casas adosadas a la cerca medieval en la calle
Independencia, cerca del bar Los Candiles. Nunca tuvo un accidente.
Se le daba bien la mecánica y reparaba muchas de sus averías.
Al
retirarse, su historia, como la de otros tantos, se fue olvidando.
viernes, 5 de febrero de 2016
Leyenda del Cuélebre de la Gotera
La leyenda del Cuélebre de La Gotera
Cuenta
la leyenda que a los vecinos les reclamaba un tributo: una oveja
diaria. Si no acataban sus deseos amenazaba con liberar el agua del
Río Bernesga que mantenía retenida con su panza, provocando una
inundación que destruiría el pueblo.
Le
llegó el turno a Marcelo, un pobre vecino que no disponía de
ninguna oveja para pagar el tributo. En sustitución dió a su única
hija Casilda a la béstia.
Casilda
se encomendó a “San Lorenzo”, que estaba luchando en la guerra
de Tánger (S XV) y llegó con sus dos hermanos pequeños, “San
Vicente” y “San Pelayo”. Fabricaron un pan con tierra carbonosa
de la zona, cobre procedente de Cármenes y aceite de engrasar
carros, que provocó la indigestión de la bestia. En ese momento
“San Lorenzo” lo lanceó dándole muerte.
La
leyenda no tuvo un final feliz ya que la bestia en su agonía se
agitó tanto y gritó tan fuerte que mató del susto a los dos
hermanos menores de San Lorenzo.
Antes
de regresar a Tánger tras la muerte de San Pelayo y San Vicente, se
topó con una mula que cargaba una gran piedra de alabastro y,
subiendo ambos a la cima de la peña de La Gotera, utilizó la losa
para construir un sepulcro para sus hermanos, usando también las
costillas de la béstia para levantar el armazón de la ermita en la
que, según la leyenda, descansan los restos de ambos santos.
lunes, 18 de enero de 2016
San Isidoro y sus tradiciones
SAN
ISIDORO Y SUS TRADICIONES
UN
SUCESO SINGULAR
LA
COMIDA DE SANTO MARTINO
LA
BARRICA DE SANTO MARTINO
LA
CONSTITUCIÓN DE EEUU
Cuenta
la leyenda que en el siglo XII, en la iglesia de San Isidoro
milagrosamente brotó agua de las piedras del pavimento de la iglesia
y que Don Pelayo obispo de Oviedo fue testigo del suceso que se
prolongó durante varios días, creyeron que anunciaba la partida del
Rey Leones.
Se
cuenta que el mismo día en que murió el rey ALFONSO VI “1109”,
cesó de manar la fuente.
En
la basílica de San Isidoro hubo un monje, confesor del Rey ALFONSO
IX y de su esposa Doña Berenguela llamado Santo
Martino; cuenta la leyenda que este Rey de niño era ciego y
Santo Martino le devolvió la vista, lavando sus ojos con el agua que
hacía cincuenta años había manado de la fuente del pavimento del
altar de San Isidoro y que los monjes conservaban.
También
se dice que este santo que en un principio era bastante negado a
estudiar las letras, fue obligado por San Isidoro a “comer
libros” como consta en un cuadro que se encuentra en la
biblioteca del museo, en el que aparece de esta guisa.
Santo
Martino viaja por tierras francesas y difunde en León estas nuevas
ideas artísticas y el pueblo le sigue, llenando y abarrotando el
templo donde predica.
Cuando
muere comienza a levantarse la Catedral, donde se reflejan las ideas
que Santo Martino trae de sus viajes y asombran al reino. Santo
Martino se convirtió en un intelectual escritor y cuentan que en el
retrete de Doña Sancha, sala tocador, se conserva la mano de este
Santo en un relicario con los dedos deformados y juntos.
Su
sepulcro se conserva en la capilla de su nombre en la basílica.
Caminando,
seguidamente, por las dependencias privadas de la Colegiata podemos
toparnos, de improviso, con una barrica de roble, cuyos orígenes se
remontan casi ocho siglos atrás, cuando Santo Martino la llenó de
vino. Cada año después del Santo Oficio del Jueves Santo, se
contempla esta ceremonia: el abad extrae un litro de vino y repone
dos de mosto, para equilibrar la saca. El licor es exquisito, propio
de dioses.
El
Rey Alfonso XIII, en su visita a León, se negó a probar la bebida
para no romper la tradición.
Cuenta
la leyenda que cuando se redactó la Constitución
de los EEUU, los ponentes tenían en la mesa un ejemplar de la
biblia y otro de los Estatutos de los dominicos de San Isidoro.
Cuando
el leonés Aniceto de Pardesivil,
general de los dominicos, visitó la Casa Blanca fue recibido con
honores de Jefe de Estado como reconocimiento de la aportación.
viernes, 15 de enero de 2016
Comenzamos a trabajar con nuestro blog
Hola,
Hoy retomamos nuestro trabajo con el blog de historias y leyendas de León.
Hoy retomamos nuestro trabajo con el blog de historias y leyendas de León.
lunes, 21 de diciembre de 2015
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