LA
LEYENDA DEL MILAGRO DEL SORDOMUDO
León,
tierra de posadas y tabernas tenía visitas de ilustres
personajes por lo que las historias sobre ellos se sucedían muy a
menudo .Y era de estas visitas se basa esta leyenda.
Uno
de esos días llego a la famosa posada “Posada de la Niña” que
se encontraba en el entorno de la Basílica de San Isidoro,
un comerciante de Astorga conocido como Somoza. Venia con su joven
ayudante o protegido, huérfano de padre y madre y sordomudo
,Una vez que había tomado habitación quedo en salir para resolver
sus asuntos, indicando a la posadera que vigilara al muchacho,
dado sus especiales características.
Pero
al poco de abandonar su amo la posada para solucionar sus asuntos de
negocio, el chico y la curiosidad que tenia en esas edades, no pudo
por menos que salir por las trisadas calles de León.
Comenzó
a caminar con el asombro de alguien que está descubriendo un mundo
nuevo para él. Correteando por las diversas calles de León, se topó
con la Basílica de San Isidoro y la curiosidad le llevó a
entrar en el templo.
En
ese momento se oficiaba la misa y el chico ni corto ni perezoso se
situó en la primera fila para observar todo aquello. En esos
momentos vio como un señor vestido de forma lujosa con muchos
ornamentos parecía dirigirse a el. El chico no pudo por menos que
verse totalmente sorprendido y absorto.
Se
quedó con la boca abierta. Aquel extraño personaje se dirigió a él
“Quedas curado y tus ligaduras sueltas. Da gracias a Dios”.
El
muchacho perplejo y asombrado, al segundo se dio cuenta de que podía
hablar de que escuchaba y no tardó en salir corriendo de la iglesia
con gran alborozo, gritando ¡Milagro! ¡Milagro!.
Para
dar gracias a Dios, el chico no contaba con dinero ni con nada
material con lo que poder agradecer tal milagro, por lo que acto en
acercarse a un puesto donde vendían velas y envíos, y negoció con
su capa (El
herreruelo o ferreruelo
era una capa
corta
de origen militar utilizada por los hombres en España y en otros
países europeos en el siglo
XVII.
Se
trataba de una capa con cuello y sin capilla que solo cubría parte
de los hombros, del pecho y la espalda. También se podía llevar
terciado sobre uno de los hombros y anudado bajo el brazo contrario.
)
Dato de la wikipedia.
Como
por aquel entonces este tipo de trueques eran muy comunes el chico
consiguió sus velas- (Pero no sabía que este trueque iba a ser el
principio de su desgracia aventura.
Paseaban
por allí dos guardianes a los que se les había dado la orden de
buscar a un muchacho que había robado un Ferreruelo. Justo la misma
capa que el acababa de cambiar.
Al
ver la operación los guardianes procedieron a detenerlo y llevarlo
al calabozo, ante las inservibles protestas del muchacho.
Al
volver el comerciante Sonora a la posada vio que el muchacho no
estaba y salio en su busca. Pregunto a comerciantes , viandantes y a
cualquier persona que se encontraba a su paso, hasta que un tendero
le indicó que había sido detenido un joven al que pillaron
cambiando su capa (Ferrezuelo) por unas velas.
Se
dirigió a los calabozos de San Isidoro. Los guardias le
llevaron en el que apenas se podía ver nada.
El
muchacho al verlo ,gritó (Soy yo yo señor soy yo). Pero Somoza dada
la poca luz que había dijo, no puede ser el muchacho que yo busco es
sordomudo. Y sé fue.
Su
preocupación iba en aumento pensando en la suerte que el muchacho
podía haber corrido.
De
regreso a la posada vio que en la plaza de San Isidoro la gente
comentaba el milagro del muchacho y entonces, raudo y veloz volvió
de nuevo a la prisión !Eres tú! Si señor en la iglesia donde he
estado un señor muy elegantemente vestido me ha curado.
Sabido
esto el Señor Obispo, organizo una procesión que acudieron cientos
de leoneses y al mismo,tiempo se hicieron repicar las campanas de la
ciudad.